viernes, 7 de octubre de 2011


Y el fuego salió de su alma para fundirse con en el oxígeno que llenaba sus pulmones, volviendo dentro otra vez con mas fuerza, purificado por el viaje y llenando de luz su repiración, en un abrazo maldito que quemó su cuerpo. Nunca mas fué nombrado. Tampoco recordado.  Todo lo que fué se bastó en un momento. No hizo falta mas para decir adiós.

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